domingo, 15 de julio de 2012

¡Que No abras el paraguas!


Hoy en misa, el sacerdote de mi parroquia, durante la homilía nos alertó reiteradamente, que no abriéramos el paraguas. Ante tal inusual petición, una y otra vez, nos miramos un poco extrañados a las caras los presentes, que acabábamos de llegar al templo, con una temperatura exterior de 35ºC y con un cielo totalmente  despejado y lo principal, sin paraguas ninguno.

Continua diciéndonos- aclarando un poco el tema y ante la mirada, un poco confundida de los presentes-Déjate hoy empapar de la palabra de Dios, no abras el paraguas de las cosas que dejaste por  hacer en casa, lo pendiente, de la comida que viene después de misa, de la feria del barrio, no abras el paraguas de la rutina, de la desesperanza, de la frivolidad, etc. Todas estas cosas son distracciones y como el paraguas abierto, aunque esté lloviendo no nos permite mojarnos. Centrémonos hoy en lo que nos dice el evangelio, fuente de agua viva, y dejaos mojar por él, que cale bien dentro... para que lo podamos llevar luego encarnado en nuestras vidas, al lugar donde vivimos, trabajamos, estudiamos o simplemente descansamos.

Creo que me quedó clara la lección, cuando esté en misa voy a hacer el esfuerzo por no abrir el paraguas de las distracciones internas -voluntarias- y dejarme así mojar por la Palabra de Dios.

Y tú la próxima vez que vayas a misa recordarás...No abrir tu paraguas!

Espero que tengas un feliz domingo en familia

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.